Acá estoy yo, sonriéndole a mi maestra Ciruela. |
Aunque ustedes no lo crean
hubo una vez en la escuela
una docente increíble:
Una maestra ciruela.
Rodando como una bola
-siempre con escarapela-
y delantal bien planchado,
va la maestra Ciruela.
Jugosa y morada fruta,
pinta en crayón o acuarela
lecciones de mil colores.
Nuestra maestra Ciruela.
Cuando alguien le da un mordizco
se aguanta por más que duela...
Ella sabe de los riesgos
de ser maestra y ciruela.
En el recreo le cuesta
dibujar una rayuela.
Prefiere leer un libro,
la gran Maestra Ciruela.
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