Los disfraces

Otra idea para los pequeños de prescolar.

¿A ver si me divierte a mi...?

Voy a inventar disfraces para poder hacer lo que más quiero.

¡Funciona!

... Y así...

¿De qué te disfrazarías vos?

Empezando por las formas

Les propuse a los más pequeños del taller Abunda la Palabra, jugar con las formas geométricas. 

Primero hicimos figuras a partir de triángulos, cuadrados, cículos... Y después les inventamos una historia.

Quise probar la consigna, a ver si me divertía... 

Mini cuentos EXAGERADOS

Michifuz tenía la cola
como cuello de jirafa
y no por decir mentiras
sino porque la regaba.

¿Qué hacemos con una barba
que da la vuelta a la esquina
y que antes que su dueño
llega ella a la oficina?

Mientras él sigue durmiendo,
la barba trabajadora
presenta un proyecto escrito
contra las afeitadoras.

Era tan alta Anastasia
que era amiga de la Luna
pero aquí abajo en la Tierra
no tenía amiga alguna.

Una tarde se agachó
para atarse los cordones
y cuando vio tanta gente
hizo amigos a montones.

Cuando se es tan pequeño
como una pulguita enana,
no es fácil ser dinosaurio
de la noche a la mañana.

Hechizos

Cuadro Nro5 de Diego Flesca

¿Quién habrá sido el mago
que me sopló este hechizo?
Desde ayer
sólo me importan
los árboles y el cielo.

¿Quién será la bruja
que me arrojó su conjuro?
Desde hace días
mis ojos brillan como
el sol.

¿Quién fue el hechicero
que me dio a beber su pócima?
De un tiempo a esta parte
sólo tengo
buenos recuerdos.

¿Quién habrá sido el hada
que me ha encantado?
Hace algunas horas
soy de todos
colores.

La Maestra Ciruela

Acá estoy yo, sonriéndole a mi maestra Ciruela.

Aunque ustedes no lo crean
hubo una vez en la escuela
una docente increíble:
Una maestra ciruela.

Rodando como una bola
-siempre con escarapela-
y delantal bien planchado,
va la maestra Ciruela.

Jugosa y morada fruta,
pinta en crayón o acuarela
lecciones de mil colores.
Nuestra maestra Ciruela.

Cuando alguien le da un mordizco
se aguanta por más que duela...
Ella sabe de los riesgos
de ser maestra y ciruela.

En el recreo le cuesta
dibujar una rayuela.
Prefiere leer un libro,
la gran Maestra Ciruela.

Mi juguete

Mi juguete sirve para volar
y de monopatín.
Mi juguete a veces es para armar
casitas con jardín.
Tiene una ventana incorporada, 
si la abres llegas Japón. 
Tiene como un tren que viaja lejos
dibujándole el vagón.
Y tiene sol
de verdad.

Mi juguete tiene para bailar
todo su ritmo aquí.
Y si tienes ganas de cocinar
bate la crema así.
Subo la escalera y en el techo 
nos espera Supermán .
Pero conectándole el micrófono
no paro de cantar.
Y tiene swing
de verdad.

Mi juguete tiene para contar
un cuento de reír.
Con tu carcajada se encenderá
la luz que tiene ahí.
Y cuando la luz esté encendida 
no te olvides de correr 
porque se ha lanzado a la carrera
y no la puedes perder.
Es como un flash
de verdad.

Mi juguete tiene en el corazón
un pez de oro azul.
Cumple tus deseos con un botón
que sólo aprietas tu.
Selecciono máquina de nubes 
y es un mundo de algodón.
Selecciono fábrica de música 
y me sale esta canción.
No tiene fin
de verdad. 

Y tiene sol de verdad.
Y tiene swing de verdad.
Es como un flash de verdad.
No tiene fin, de verdad.

Cualquiera pasea a un perro

Si sacás a pasear al elefante

llevalo muy elegante.

Si sacás a pasear a la tortuga

no te olvides la lechuga.

Si te gusta pasear a la serpiente

cepillale bien los dientes.

Si llevás a pasear al león...

No le cantes mi canción.

Pasear es algo hermoso.

Hoy sacaré a mi oso.

Si voy al planetario

paseo al dinosaurio.

Cuando voy al museo

lo llevo al benteveo.

Temprano, de mañana

paseo con la rana.

Lo llevaré al mosquito

a andar en pajarito,

pero antes -o después-

le doy la vuelta al pez.

Me siento muy tranquilo

paseando al cocodrilo.

Y luego de la cena

al mar con la ballena.

De autógrafos no zafa

quien pasea a una jirafa.

No hay nada más divino

que andar con un pingüino.

Al perro no lo culpo 

pero yo paseo al pulpo.

Del perro no protesto.

Yo paseo a todo el resto.

LIMERICKS

La lechuga Selene Pitaluga
-que desde niña soportó tener verrugas-,
decidió una noche, entusiasmada,
que sería profesional y no ensalada.
La dermatóloga lechuga Pitaluga.

Un librero de nombre Rigoberto
quiso sembrar poesías en su huerto.
Los vecinos pensaban: "Está loco,
siembra palabras y cosecha cocos".
El hortilibrista y poeta Rigoberto.

Una maestra de escuela en Pernambuco
-que pretendía ganar jugando al truco-,
convirtió la clase en una timba
con pócker, ruleta y dúo de marimbas.
La poco seria maestra en Pernambuco.

La escuálida escritora Sol Manola
-que escribe para atrás y que habla sola-,
ya desescribió nueve novelas
que los chicos desleen en la escuela.
La delgada antiescritora Sol Manola.

Un jugador de fútbol en Cracovia
-que quiso hacer un gol para su novia-,
cuando ella abrió la puerta, tras timbrazo,
ni hola y le apuntó su pelotazo.
Un goleador romántico en Cracovia...